La microbiología tomó un nuevo auge cuando se descubrió la relevancia del microbioma en la salud, la enfermedad e incluso en muchos rasgos conductuales de los vertebrados. El 20 de noviembre fue publicado un trabajo en la revista Nature [1] en el que describen una instancia muy particular para estudiar la transmisión entre humanos: comunidades aisladas. Los autores secuenciaron el microbioma de 1,787 adultos en comunidades aisladas en Honduras, estableciendo además un mapa de relaciones sociales entre ellos. Estos datos permiten establecer las relaciones entre los adultos, así como la composición del microbioma entre ellos y lo que encontraron que es fascinante, es que hay transmisión entre muchos tipos de relaciones sociales, incluyendo en aquellas que no hay relación familiar ni que comparten casa; incluso el paso de cepas específicas ocurre en conexiones sociales de segundo grado. En un seguimiento dos años después, se encontró que hay mayor convergencia en la transmisión de cepas entre personas conectadas socialmente que en aquellos que no tienen vínculo social. En términos generales, la conclusión de este trabajo es que las redes sociales permiten formar el nicho en el cual se genera el impacto medible del microbioma y esto intrínsecamente relacionado con el impacto del alimento y el tipo de microorganismos que las personas poseen. Pero esto lo vamos a discutir un poco más a fondo en las siguientes líneas.
Primero, es un trabajo que logra predecir de manera muy precisa la asociación de cepas y la relación social (conexiones).
Segundo, es un estudio que de manera natural tiene varias variables controladas como son los alimentos consumidos y se tomó en consideración aspectos fisiológicos de cada participante como edad, género, ingreso, índice de masa corporal y consumo de medicamentos.
Tercero, una de las limitaciones es que no se puede predecir la diseminación en relaciones no claras o lejanas, así como la direccionalidad de la transmisión.
Finalmente, es un estudio con condiciones semi controladas que muestra que el fenotipo de las personas no necesariamente es exclusivamente por genes compartidos sino por microorganismos compartidos. Por lo tanto, es un estudio que confirma las bases que se han observado en otros modelos biológicos sobre el efecto del microbioma en el comportamiento, enfermedades, estado de ánimo, entre muchos otros.
Referencia
[1] Beghini F, Pullman J, Alexander M, Shridhar SV, Prinster D, Singh A, Matute Juárez R, Airoldi EM, Brito IL, Christakis NA. Gut microbiome strain-sharing within isolated village social networks. Nature. 2024 Nov 20. doi: 10.1038/s41586-024-08222-1.