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“Un virus es un trozo de ácido nucleico rodeado de malas noticias”.

“Un virus es un trozo de ácido nucleico rodeado de malas noticias”.

Esta frase se le atribuye a Peter Brian Medawar, destacado biólogo y escritor británico nacido el 28 de febrero de 1915 en Petrópolis, Brasil. Aunque nacido en América del Sur, se trasladó al Reino Unido donde desarrolló la mayor parte de su carrera científica. Su trabajo revolucionó el campo de la inmunología, particularmente en el estudio del rechazo de órganos trasplantados. Junto con Frank Macfarlane Burnet, formuló la teoría de la tolerancia inmunológica adquirida, un descubrimiento clave para la medicina moderna que permitió avanzar significativamente en los trasplantes de órganos y tejidos. Gracias a esta contribución, Medawar recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1960, compartido con Burnet.

Además de su labor como científico, Medawar fue un pensador y escritor brillante. Publicó diversos ensayos donde abordó temas científicos y filosóficos con un estilo claro y accesible. Entre sus obras más conocidas se encuentran The Art of the Soluble, Pluto’s Republic y su autobiografía Memoir of a Thinking Radish. Medawar falleció en Londres el 2 de octubre de 1987, dejando un legado profundo tanto en la ciencia como en la divulgación del pensamiento científico.

¿Todos los virus traen malas noticias?

A pesar de que la frase de Madewar es ingeniosa, no todos los virus son perjudiciales. La mayoría de las personas relacionamos a los virus con infecciones como la gripe, el VIH o el COVID-19, pero la realidad es que el mundo viral es mucho más complejo. Existen millones de tipos de virus, y muchos de ellos desempeñan funciones fundamentales en los ecosistemas y hasta en el cuerpo humano. De hecho, hay virus que no causan daño alguno e incluso pueden aportar beneficios, lo que ha sido objeto de estudio en diversos campos científicos en los últimos años.

En el cuerpo humano, por ejemplo, se ha descubierto la existencia del viroma, un conjunto de virus que conviven de manera estable con nosotros. Algunos de estos virus infectan bacterias que habitan en nuestro intestino, y al hacerlo, ayudan a regular la población bacteriana, contribuyendo a un equilibrio saludable del microbioma intestinal. Estos virus, conocidos como bacteriófagos, también pueden tener un papel protector al impedir la proliferación de bacterias patógenas. Además, investigaciones recientes han revelado que ciertos virus no patógenos pueden estimular el sistema inmunológico, ayudando al organismo a prepararse mejor para enfrentar futuras infecciones.

Por otro lado, en la naturaleza, los virus cumplen funciones ecológicas esenciales. En ambientes acuáticos, como los océanos, los virus controlan las poblaciones de microorganismos como las algas, lo cual evita desequilibrios ecológicos. También participan en procesos como el ciclo del carbono, al descomponer organismos microscópicos y liberar nutrientes esenciales para otras formas de vida. Este papel ecológico ha llevado a considerar a los virus como actores clave en el mantenimiento de la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas.

En el ámbito científico y médico, los virus han comenzado a ser utilizados como herramientas terapéuticas. La terapia génica, por ejemplo, emplea virus modificados para introducir genes saludables en células enfermas, lo que ha abierto nuevas posibilidades para tratar enfermedades genéticas. También se están desarrollando virus oncolíticos, que infectan y destruyen células cancerosas sin dañar las células sanas. Estas y otras aplicaciones muestran el potencial positivo de los virus.

Aunque muchos virus pueden causar enfermedades graves, no todos son dañinos. Algunos cumplen funciones vitales en el cuerpo humano, en los ecosistemas y en el desarrollo de nuevas terapias. A medida que avanza la ciencia, se descubren más aspectos positivos del mundo viral, lo cual cambia nuestra percepción tradicional de que todos los virus son nuestros enemigos.

Referencias

Adiliaghdam, F., & Jeffrey, K. L. (2020). Illuminating the human virome in health and disease. Genome medicine, 12(1), 66. https://doi.org/10.1186/s13073-020-00766-x

Cadwell K. (2015). The virome in host health and disease. Immunity, 42(5), 805–813. https://doi.org/10.1016/j.immuni.2015.05.003

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