La salud pública y la política del nuevo presidente de los Estados Unidos de América

La salud pública y la política del nuevo presidente de los Estados Unidos de América

El movimiento antivacunas ha ido tomando fuerza usando recursos como una narrativa atractiva y una mezcla con temas como son las teorías con tintes de conspiración, así como métodos alternativos de medicina [1]. De acuerdo con el trabajo de Johnson y colaboradores, encontraron un crecimiento de clústeres o cúmulos de personas de diferentes países asociados al movimiento antivacunas con el brote de sarampión del 2019 y, por el contrario, una disminución muy importante en los grupos pro-vacunación [1]. Y como reportan en su trabajo teórico, el problema es global, todavía muy concentrado en ciudades o localidades urbanizadas, pero muestra un claro crecimiento.

La biología molecular es sin duda una herramienta para coadyuvar en el descubrimiento de nuevas formas de combatir patógenos, desarrollar estrategias de prevención y diagnóstico oportuno, e incluso desarrollar nuevos tratamientos como lo fueron las vacunas contra el virus SARS-CoV-2 agente causal del COVID-19 y esta tecnología seguramente en un futuro logrará controlar otras enfermedades como las causadas por el virus Zika y MERS-CoV [2], y quizá tratamiento novedoso contra enfermedades degenerativas o genéticas.  Como dato duro, en México se han aplicado más de 223 millones de dosis de este biológico [3].

Una de las preocupaciones con un segundo período para el presidente electo Donald Trump es un deterioro en la visión de la tecnología molecular, así como un fuerte detrimento en el apoyo y desarrollo a una de las instituciones más importantes de los Estados Unidos como lo es los Institutos Nacionales de Salud o NIH por sus siglas en inglés. El NIH es una institución pública que reúne mentes brillantes y financiamiento para el desarrollo de todas las áreas de interés biomédico. En el 2009 se publicó la política del acceso público a la información (The NIH Public Access Policy implements Division F Section 217 of PL111-8 [Omnibus Appropriations Act, 2009]) que indica que todos trabajos publicados con revisión por pares y que haya sido publicado el 7 de abril del 2008 en adelante deberá ser depositado en the National Library of Medicine de PubMed Central, siendo de este modo de acceso libre. A la fecha, hay 10.4 millones de artículos depositados en PubMed Central [4]. Con todo lo anterior, el NIH es una de las instituciones públicas más prestigiadas en investigación biomédica. Adicionalmente, es una de las instituciones que ha financiado de manera importante la ciencia biomédica en Estados Unidos e incluso a nivel internacional, con una cantidad de 45. 2 mil millones de dólares en el 2022 y 47.7 mil millones de dólares para el 2023 [5], dividido en más de 56 mil proyectos de investigación.

Sin embargo, el presidente electo Trump tiene en la mira al NIH y probablemente la razón se debe a la respuesta durante la pandemia de COVID-19, en especial por la relación que esta institución ha tenido con un centro de investigación en Wuhan, China, donde se ha investigado el posible origen de la pandemia [6]. Una de las ideas que circulan sobre las reformas al NIH son un recorte de personal, una disminución de los institutos que conforman al NIH y un cambio de raíz en las políticas del enfoque sobre el cual se trabaja en la institución [6]. Un punto de crítica es la duración de los directores de los diferentes institutos del NIH, especialmente el Dr. Anthony Fauci quien fue director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID por sus siglas en inglés) de 1984 a 2022 [7] y quien fuera el principal consultor sobre VIH/SIDA y durante la pandemia de COVID-19 quien además estuvo fuertemente en contra del uso de medicamentos o tratamientos alternativos o no probados así como impulsar el uso del cubrebocas [6], lo cual ha sido criticado tanto por Republicanos como por organizaciones no científicas. Otra crítica importante a la institución radica en la asignación de recursos para investigación, ya que pasan las propuestas por un intenso escrutinio de expertos y pares académicos, lo que requiere una cantidad grande de trámites y papeleo, pero que han sido base para asegurar la designación de recursos a proyectos de investigación sólidos y enfocados a problemas importantes biomédicos. Adicionalmente, la administración Trump en su primer período había restringido el uso de tejidos y otros componentes biológicos humanos por ir en contra de la moralidad, aspecto que regresó a su uso con la administración del presidente Biden. La investigación con tejidos y otros componentes biológicos son clave para entender cómo regenerar tejidos y órganos en pacientes con enfermedades degenerativas.

El NIH tiene mucho tiempo teniendo un apoyo tanto de Demócratas como de Republicanos, pero esta es la primera vez que una institución de tan alto prestigio científico, así como quizá la Food and Drug Administration y the Centere for Disease Control and Prevention (FDA y CDC por sus siglas en inglés) sean también altamente modificadas, dado que el presidente electo Donald Trump ha llamado como encargado del área de salud a Robert F. Kennedy Jr. un declarado antivacunas ha dicho que le permitirá “volverse loco” en temas de salud, medicinas y policía alimenticia [8]. El proceso de reforma ha iniciado, ya que un panel del Congreso revisará la estructura de la institución y la forma de hacer pruebas clínicas en toda la institución [8].

La ciencia no es de opinión ni de tendencias, es un área en la que se exploran desde aspectos abstractos como la estructura del universo hasta problemas muy serios como las enfermedades degenerativas e infecciosas. Sin duda, la ciencia no debe estar sujeta a la voluntad de unos cuantos cuyas creencias no les permiten entender la ciencia ni ver los alcances de una política incorrecta sobre su administración y regulación. La ciencia tiene muchos pasos de regulación, desde que se hace una propuesta de investigación hasta que esta se hace pública, pasa por muchos ojos expertos que hacen un intenso escrutinio sobre el enfoque de investigación, su alcance y sobre todo, sus consecuencias. Todas las instituciones de investigación deben ser revisadas, actualizadas y mejoradas, sí, pero no acabar con ellas y mucho menos cuando una pandemia justo mostró que es cuando más se necesita a la ciencia en general y la biología molecular en lo particular.

Referencias

[1] Johnson, N. F., Velásquez, N., Restrepo, N. J., Leahy, R., Gabriel, N., El Oud, S., Zheng, M., Manrique, P., Wuchty, S., & Lupu, Y. (2020). The online competition between pro- and anti-vaccination views. Nature, 582(7811), 230-233. https://doi.org/10.1038/s41586-020-2281-1

[2] https://www.nobelprize.org/prizes/medicine/2023/press-release/

[3] https://ourworldindata.org/grapher/cumulative-covid-vaccinations

[4] https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/

[5 ] https://nexus.od.nih.gov/all/2023/03/01/fy-2022-by-the-numbers-extramural-grant-investments-in-research/

[6] https://health.wusf.usf.edu/npr-health/2024-11-12/with-trump-coming-into-power-the-nih-is-in-the-crosshairs

[7] https://www.niaid.nih.gov/about/anthony-s-fauci-md-bio#:~:text=Fauci%20served%20as%20NIAID%20Director%20from%201984%20to%202022.

[8] https://www.science.org/content/article/trump-won-nih-major-shake doi: 10.1126/science.zifz86.

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